Decimodan
February 5, 2020

Lo que aprendí del cáncer terminal de mi mamá

Hoy es 4 de Febrero y hoy es una fecha particular para mí, ya que hoy es el día mundial del cáncer.

Es una fecha especial para mí, debido a que mi mamá murió de cáncer como miles de mexicanas (y mexicanos) lo que no la hace un ejemplo de vida ni a mi un ser especial por haberla cuidado… Solamente quiero compartir mi experiencia…

Luego de días hospitalizada, el médico dijo que era terminal y dieron pocos meses de vida, debo decir que no lloré, entré en modo TURBO, es decir, me puse a hacer de todo y me dije a mi mismo que mi mamá sería uno de esos casos que salen en las noticias donde una mujer más se salva de un cáncer metastásico con algunas terapias naturales.

No funciono. Los médicos fueron bastante acertados en su diagnostico y vivió lo que dijeron que iba a vivir.

La enfermedad fue apagando su brillo poco a poco , sin embargo seguíamos viendo la tele, nos visitaba mucha gente y siempre se mantuvo tan mandona como el día que nací.

Aprendí algunas cosas de la vida, la medicina, la muerte, la familia, los sistemas de salud, la frustración, los amigos….

1) Se trata de vivir

Cuando dijeron que quedaban cerca de 3 meses de vida, todo parecía una espera. No le dijimos nunca que ella iba a morir pronto (aunque ella ya lo sabía), así que tratamos de hacer su vida lo más “normal” que se pudo.

Aprendí con esto que la gente esta viva hasta el último minuto y que no voy a ser condescendiente con alguien enfermo y hacerlo que se sienta diferente a los demás.

Ella también hacía planes y eso es completamente sano, porque nosotros también podemos morir en cualquier momento y por cualquier razón. Mi mamá (y todos en general) tienen todo el derecho a proyectarse igual que el resto.

2) Si es terminal, lo mágico no siempre es la solución

El proceso de mi madre se atendió en el servicio público. Al comienzo tardaban muchos días en hacer ciertos exámenes y mi primer pensamiento fue de negligencia, pero era parte de la estabilización que ella necesitaba. En ese momento se te cruza por la cabeza de todo (medicamentos, plantas, rituales…) sin embargo, creo que las personas están más tranquilas con lo que ellos desean…

La realidad es que puede que no siempre estés de acuerdo con lo que la persona quiere, pero debes entender que lo único que nos pertenece es nuestra vida y cada uno decide como vivirla, literal, hasta el último minuto.

3) La muerte es natural

“Todos nos vamos a morir” todos lo decimos como un aforismo. Creo que es fácil decirlo por que no lo tenemos tan interiorizado o nos volveríamos locos. Mi madre era una persona sana, no fumaba ni tomaba. No se trata de injusticia, es azar (y genética y más cosas…)

Aceptar esto es lo más complejo. Le puede pasar a cualquiera (las visitas al hospital y ver a mujeres de muchas edades me hizo entenderlo).

Mi mamá se enfermó por azar, no por merecerlo… y murió como parte de las posibilidades que tenemos cada día de despertarnos.

4) El cuerpo se acaba

Es muy impactante ver como una persona decae, el peso baja a niveles anoréxicos, la piel cambia de color y textura, deja de caminar… literalmente es difícil ver cómo el cuerpo se pudre. Más difícil saber que alguien que amas sufre.

En este punto no hay nada más que hacer que amar y entendí que la paciencia es una de las formas más incomprendidas del amor.

Si le pica la oreja, sé la rascas. Si tiene sed, acercale agua. Si tiene miedo, mantente cerca de ella y lo más complicado, si no quiere hacerse ya ningún tratamiento y dejarse morir, hazlo, por que se trata de su vida y no de la tuya.

5) No digas cosas como: ¡Que flaca te ves!

Algo que no deberían hacer delante de los enfermos es que notan su cambio físico. Ellos ya lo saben y decírselos es hacerles recordar todo el tiempo su enfermedad. Estar enfermo es una parte del todo.

Lo que más deseaba mi madre es vivir normal o tan normal como era posible. Días antes de morir todavía quería maquillarse y cosas por el estilo.

Mientras más les recuerden que tienen cáncer más los separan de la normalidad.

6) Ayuda

Sé lo más atento que puedas… A veces ir a visitar no es tan necesario como ayudar al enfermo o a la familia. Si eres amigo o familiar del paciente ayuda.

Pregunta si necesitan dinero, invitalos a cualquier lugar, ofrecete a cuidar al enfermo si el cuidador o la cuidadora deben salir, etc.

Si vas de visita, no te sientas como tal, ya están todos muy ocupados para atenderte a ti.

En mi caso, algunos amigos me ayudaron en los momentos que sentía que ya no podía más. ¡Gracias!

7) Respeta

El enfermo es quien siente todo y es quien tiene su cuerpo en crisis.

Respetar las decisiones aunque el resto crea que es una mala idea, es mantener la dignidad.

Seguramente no pueda caminar, pero puede pensar y saber si quiere tomar su medicamento o no.

Sobretodo, respeten sus decisiones sobre la muerte. Respeten su voluntad y deja del lado el egoísmo y la comodidad propia.

8) No infantilices

Se tiende a infantilizar a la persona, regularmente prohibiendo ciertas actividades porque “no puede”. Si quiere hacer lo que quiera y sentirse útil con eso que lo haga hasta que el cuerpo le diga que descanse.

Que en algún punto tengas que bañarla no la convierte en bebé.

9) Aprender a vivir

Ahora creo que quienes acompañamos a alguien muy cercano que murió de una enfermedad crónica, aprendemos a desprendernos de cosas y a sentir otras más intensas.

Creo que es bueno darse el tiempo necesario para vivir el duelo. No lo vas a procesar de inmediato, sobretodo cuando es algo inesperado… Los primeros días vas a querer dormir y conectar con el mundo del que te despojaste por estar estresado por la enfermedad de tu ser querido.

En este tipo de casos, la ausencia de la persona vendrá meses después, cuando todos crean que ya estás bien.

Al comienzo, yo me sentía raro porque no lloraba nada, pero en estos momentos es cuando más me acuerdo cuando mi mamá ya no está.

Creo que el legado que me deja mi madre es sentir la realidad y no solo la felicidad sino sentirla plenamente… La rabia, el caos…

A veces nos obligan y nos obligamos a estar siempre bien

10) Aprender a aprender

Cuando dejé de pensar en que “mi mamá se va a morir” comencé con el proceso como si fuera un aprendizaje y eso cuesta por que al comienzo, cuando te dan la noticia es puro dolor.

Fue increiblemente acercarme más a ella, conocerla mucho más y dedicarle más tiempo a la familia. Estoy orgulloso de haberla cuidado el tiempo que puedo aunque haya sido estresante muchas veces.

11) Cuidado con Google

Miles de terapias te dicen que “sanará”. Que el reiki, los imanes, la energía de Saturno…

No ayudan a curar el cáncer pero sí ayudan a desestresar, a dormir, ayuda con el dolor, baja la ansiedad, entre otras cosas.

12) Tira todo

Mi mamá tuvo cáncer…. se pudo despedir y cerró procesos. Siempre di que amas pero también que odias, di las cosas que te duelen y las que te ayudan.

No dejes ciclos inconclusos por más dolorosos que sean.

13) Acompaña

Si tu ser querido está comiendo más sano o menos, NO se te ocurra hacer algo en contra de eso, incluso si va en contra de su dieta.

14) Cállate

Lo peor que puedes decir es lo siguiente:

Si le paso eso a alguien cercano a mi me muero…

Con eso le estas diciendo en voz alta, no quiero estar en tus zapatos. No haces sentir solo a todo el mundo con eso y no ayuda en nada, es egoísta.

15) Sé comprensivo

Si eres jefe, amigo, etc de una persona con cáncer o familiar directo deberías ver que los ánimos están horribles muchas veces. Más irritables, sensibles y enojados por todo. Con más sueno, más tensos, etc.

Mi recomendación: déjalo pasar a veces.

16) Lo inexplicable

Cuando salen famosos en televisión que sanaron gracias a las terapias naturales, se les olvido mencionar que fue gracias a tratamientos experimentales alternativos a las quimios que no se encuentran en los hospitales públicos.

El sistema de salud en México es una mierda y parece que se abastece de caridad para muchos.

Conclusiones

Ya nos volveremos a ver mamá… Ojalá en muchos años más…

Contáctame

O simplemente mándame un saludo 🙈